“No vemos las cosas como son,
sino como somos”
ANAÍS NIN

“En el arte, la materia se hace expresiva [...] es un montaje de piezas determinado no por algún código o territorio pre-establecido [...] sino por unas experimentaciones del deseo que constituyen un llegar a ser". Por basarse en el deseo, que se realiza a través de las relaciones, este tipo de arte constituye "una ética del encuentro" abierta a lo heterogéneo, y que requiere una respuesta afectiva --es decir, la capacidad de ser afectado/cambiado.
DELEUZE Y GUATTARI (parafraseados por JO LABANYI)

“No sabemos nada de un cuerpo hasta que no descubrimos qué es lo que puede hacer, en otras palabras, cuáles son los afectos que puede producir, cómo éstos pueden entrar en composición con otros afectos, con los afectos de otros cuerpos, sea para destruir a ese cuerpo o para ser destruido por él; sea para intercambiar acciones y pasiones o para unírsele para componer otro cuerpo más poderoso”.
DELEUZE Y GUATTARI (traducción propia:"Affects", afecto, jugando con el doble significado en inglés de la palabra: cariño y resultado del verbo afectar)

FRAGMENTACIONES

El día jueves entré a clases pensando que llegaba tarde. El aula estaba casi vacía. Dos o tres alumnos y una chica de expresión dulce sentada en la mesa de expositores. ¿Llego tarde o me estoy equivocando de salón?, me pregunté. ¿Eres tú la expositora? Sí, me respondió. Hay algunos problemas técnicos que están tratando de resolver para poder comenzar, me explicó. Así, con una sonrisa entre tímida y dulce y una mirada serena. Esa fue mi primera impresión de Tania[1]. Posteriormente, su preocupación y esfuerzo, intensos pero sin aspavientos, por tratar de crear las condiciones más favorables para que podamos apreciar su obra, dentro de las limitaciones existentes, me hicieron “verla”. Tenía fortaleza y fuerza como, también, “ganas”, y, eso era contagiante.

Hizo una exposición pulcramente organizada y muy metódica que, sin embargo, dejaba traslucir una gran pasión por lo que hace. Su fastidio hacia los ruidos, me revelaron el enorme esfuerzo de concentración que hacía para, no sólo mostrarnos y hablarnos de su trabajo, sino para develarnos y compartir con nosotros los conceptos y procesos que estaban detrás. Eso fue lo me conectó primeramente con Tania: su sencillez, rigurosidad de pensamiento, generosidad al compartir, honestidad y valentía al mostrarnos su trabajo y mostrarse ella misma. Escucharla fue una vivencia inspiradora que me permitió mirarme.

Dos son los aspectos que más me llamaron la atención de lo que dijo: su manejo del espacio y la conciencia y aceptación de su propio proceso creativo. Desde mi punto de vista existe una correspondencia entre ambos.

Tania tiene una visión del espacio, no sólo dinámica o en movimiento, sino como fragmentado pero enlazado al mismo tiempo, que me hizo pensar en la definición de espacio que da Foucault [2] Experimentamos un conjunto de relaciones de emplazamientos que se entretejen y crean una red que llamamos espacio. De allí que una palabra que Tania repitió muchas veces, y que me pareció importante para entender su obra, sea “diálogo”. Su obra está compuesta por elementos que dialogan y crean espacios múltiples, diversos, que pueden ser simultáneos y/o yuxtapuestos y/o dispersos. Pero ¿cuál es el hilo conector y estructurador de estos espacios? Discrepo con que sea la continuidad del tiempo este eje. A mi modo de ver es Tania, la artista misma y sus vivencias, el hilo conector. El tiempo sólo nos muestra algunos aspectos de este proceso de conexiones y desconexiones.

Desde este punto de vista, el proceso creativo de Tania se corresponde plenamente con su concepto de espacio. Es un proceso que privilegia y propicia estas conexiones y desconexiones. Es un proceso que busca revelar los diálogos posibles, tal como se presentan, cerrados o a medias. Lo que importa es el momento, la vivencia. No importan los personajes sino la relación que éstos establecen. Pienso que uno de los méritos de Tania es haber logrado este diálogo consigo misma. Hacer concordar su proceso creativo con el tipo de propuesta artística que trabaja.

En mi caso personal, desde que descubrí a Bachelart en el año 2003, he venido explorando el concepto del espacio de manera consciente y sistemática. Al principio no entendía porqué aunque me daba cuenta que, cuando me planteaba un trabajo, no pensaba en si iba a ser bidimensional o tridimensional. Eso caía por su propio peso de acuerdo a como se iba definiendo la propuesta. El concepto de un espacio dinámico me entusiasmó por su relación con el tiempo. Sentía una ebullición de proyectos e ideas en mi cabeza que chocaban con la multiplicidad de responsabilidades que tenía. Necesitaba un hilo conductor que dé unidad a los diferentes espacios en los que me movía y por ende a mí misma. Y pensé que el tiempo era ese eje. La lectura de Foucault, primero, y la exposición de Tania, después, me han cuestionado eso. El concebir el espacio en forma dinámica no me quita la angustia de vivir en estos tiempos de simultaneidad, yuxtaposición y multiplicidad. Por el contrario, siempre me quedo con la sensación de que venticuatro horas son muy pocas para un solo día. El tiempo es un invento y definición del hombre y desde el carácter que Darwin le da en su teoría evolucionista, nos volvimos en prisioneros del tiempo. Siempre he vivido haciendo multiplicidad de cosas y roles, muchas veces hasta contrapuestos, y toda mi búsqueda era ¿Cómo lograr que todo eso, y por ende toda yo, sea uno? Si el tiempo es el eje conductor, lo esperable es que haya una “evolución” que “a través del tiempo” busque un camino convergente que lleve a una fusión, mezcla, no sé, que me dé unidad. Esa ha sido una de mis mayores angustias y frustraciones en relación a mi trabajo con vidrio, más personal, y mi trabajo con pintura en la escuela.

El entender el espacio en forma fragmentada, en cambio, me hace sentir más cómoda. Me quita la angustia de buscar unidad. El trabajo de Tania me ha hecho pensar y sentir que la unidad soy yo, mi energía vital, mi ser interno. Y que ésta, cual hilo que ensarta las cuentas de un collar, da unidad y existencia a las diferentes Oriettas y sus diferentes obras. Tania me ha hecho preguntarme, ¿qué hay de malo en ser múltiple y fraccionado? ¿Por qué no podemos ser uno y varios al mismo tiempo?

Mayo 2007
[1] Exposición de Tania Bedriñana sobre su Proceso Creativo y Propuesta Personal Artística en la clase de Dibujo IX de la ENSABAP en mayo 2007

[2] Michael Foucault. De los Espacios Otros “Des Espaces Autres”, Conferencia dictada en el Cercle des Études Architecturals, 14 de marzo de 1967, publicada en Architecture, Mouvement, Continuité, Nº5, octubre de 1984. Traducida por Pablo Blitstein y Tadeo Lima. En http://www.asambleasociales.org/modules.php?name=News&file=article&sid=340

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