“No vemos las cosas como son,
sino como somos”
ANAÍS NIN

“En el arte, la materia se hace expresiva [...] es un montaje de piezas determinado no por algún código o territorio pre-establecido [...] sino por unas experimentaciones del deseo que constituyen un llegar a ser". Por basarse en el deseo, que se realiza a través de las relaciones, este tipo de arte constituye "una ética del encuentro" abierta a lo heterogéneo, y que requiere una respuesta afectiva --es decir, la capacidad de ser afectado/cambiado.
DELEUZE Y GUATTARI (parafraseados por JO LABANYI)

“No sabemos nada de un cuerpo hasta que no descubrimos qué es lo que puede hacer, en otras palabras, cuáles son los afectos que puede producir, cómo éstos pueden entrar en composición con otros afectos, con los afectos de otros cuerpos, sea para destruir a ese cuerpo o para ser destruido por él; sea para intercambiar acciones y pasiones o para unírsele para componer otro cuerpo más poderoso”.
DELEUZE Y GUATTARI (traducción propia:"Affects", afecto, jugando con el doble significado en inglés de la palabra: cariño y resultado del verbo afectar)

AFECTOS

En el mundo global, las fronteras se tornan borrosas y los límites y los cimientos que antes nos servían de referentes y nos daban identidad pierden su capacidad de protegernos y darnos seguridad. Todo está en constante movimiento y las relaciones de filiación son difíciles de mantener. Los matrimonios ya no duran para siempre; los trabajos tampoco. Ni los amigos ni las familias están cerca a nosotros para siempre. No estamos más en el centro de la sociedad sino en la periferia, definidos por los estados de vinculación por los que atravesamos. Somos producto de la socialización. No tenemos más una identidad fija y única. Somos parte de un imaginario, individual y colectivo, que crea imágenes que, fuera de contexto y en relación a otras, adquieren nuevos significados dejándonos sin sentido de identidad ni de pertenencia.

Vivimos en una multiplicidad, compuesta por individuos heterogéneos que establecen lazos, relaciones entre ellos, atravesando edades, preferencias sexuales, razas, credos, lugares de nacimiento y hasta de residencia. La única unidad es la del co- funcionamiento del momento: una simbiosis… una empatía... La identidad se redefine como una práctica cultural que no podemos analizar sin tener en cuenta el mundo de la comunicación y la diversidad. Es esa práctica la que me interesa.

El espacio social, multidimensional, trata de funcionar como una unidad dentro de la diversidad, incluyendo y excluyendo simultánea y permanentemente a todo nivel. Lo privado se sobreexpone a lo público produciéndonos una continua sensación de vértigo, cambiando nuestra autopercepción y la de nuestro entorno. La realidad se construye y cambia a través de las diferentes relaciones([1]) que logramos establecer de manera equívoca, y no unívoca, entre lo social y lo sicológico, entre lo público y lo privado. Lo que buscamos es afectar al ”otro” a fin de lograr nuestra propia existencia, y viceversa. El “aquí y ahora” nos define. Su pragmática nos da consistencia.

Establecemos vínculos materiales definiendo pensamientos, sentimientos y actitudes que nos permiten poner fronteras y límites a la realidad para poder asirla momentáneamente. El encuentro con el “otro” cuestiona dichas fronteras y las anula permitiéndonos “ser” por un instante. Este proceso, liberador y reconciliador con nosotros mismos, culmina con la construcción de nuevas estructuras que constituyen una nueva identidad provisional sobre la base de lo heterogéneo canalizando la acción individual hacia el afecto y no hacia la agrasión.

La socialización en el mundo global es un proceso permanente de construcción de ensamblajes, fortuitos y provocados, que se valen de la coyuntura y el encuentro, para armar un conjunto que se estructura coherentemente desde una lógica interna de inclusión que supone la multiplicidad, yuxtaposición y simultaneidad. Sólo así podemos unir lo autobiográfico con la maquinaria social, y disolver la oposición binaria entre sociedad e individuo para, finalmente, poder “ser”.

El título del proyecto juega con el significado de la palabra AFECTO como amor o cariño y como resultado o consecuencia del verbo afectar. Alude a las dos características fundamentales que deben tener las conexiones que establezcamos: abiertas a lo heterogéneo y ser respuesta de nuestra propia capacidad de ser afectados o cambiados. AFECTOS, como relaciones que construyen redes y encuentros, que nos sostienen y a los cuales sostenemos simultánea y paralelamente. AFECTOS, como una forma de remarcar el carácter colectivo del proceso de construcción de nuestra propia identidad.

[1] Deleuze y Guattari toman de Nietzsche la creencia de que el universo está regido por la fuerza, pero, para ellos, la fuerza no es la voluntad de supremacía del individuo, sino el deseo bajo la forma del amor, que supone una relación. Su filosofía pragmática puede resumirse con el cliché "love makes the world go round". LABANYI, Jo. Cuerpos Des-organizados: La Política del Amor en El infarto del Alma. COPYRIGHT 2000 Universidad de Chile, Facultad de Filosofía y Humanidades en http://www.accessmylibrary.com/coms2/summary_0286-1910433_ITM?email=orietta@ec-red.com&library=

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